El Corazón
Cuando colocas tu mano sobre la parte izquierda de tu pecho, sientes un pequeño golpeteo; es el ‘latido’ de tu corazón. ¿Sabías que, cada minuto que pasa, tu corazón late unas 100 veces? ¿Sabías que, cada vez que lo hace, expulsa la sangre de su interior y la empuja para que circule por todos los rincones de tu cuerpo? El corazón es el motor que hace funcionar tu cuerpo.
¿DÓNDE ESTÁ TU CORAZÓN Y CÓMO ES POR DENTRO?
Tu corazón es un órgano hueco que tiene el tamaño del puño de tu mano. Está a la altura de tu pecho, hacia la parte izquierda. El corazón se sitúa dentro del tórax, entre los dos pulmones.
Si pudieses mirar el corazón por dentro, verías cuatro cavidades, como cuatro habitaciones con puertas para entrar y salir: dos arriba, las aurículas, y dos abajo, los ventrículos. Las aurículas reciben la sangre que llega al corazón. Los ventrículos la expulsan fuera del corazón.
Además, en el corazón existe una pared, un tabique, que lo divide, de arriba abajo, en dos mitades, derecha e izquierda, que no se comunican. En cada mitad hay una aurícula arriba y un ventrículo abajo.
La parte del corazón que queda a la derecha la llamaremos corazón derecho, que está formado por la aurícula derecha y el ventrículo derecho. La parte que queda a la izquierda la llamaremos corazón izquierdo, formado por la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo.
¿CÓMO FUNCIONA EL CORAZÓN?
La sangre entra en el corazón, pasa de una cavidad a otra y sale del corazón. Las paredes que forman las cavidades del corazón están constituidas por un músculo muy potente, el músculo cardiaco.
Hemos dicho que el corazón tiene el tamaño del puño de tu mano. Abre un poco el puño y luego ciérralo con fuerza una y otra vez. Tu corazón trabaja de esta manera; sus paredes se contraen y se relajan de forma rítmica. La contracción del corazón se llama sístole. La relajación del corazón se llama diástole. Cada vez que tu corazón late, se produce la contracción y la relajación de sus paredes.
Para que la sangre pase de una cavidad a otra o para que salga del corazón, las paredes se contraen y empujan la sangre con fuerza. Al mismo tiempo que las paredes se contraen o se relajan, las puertas entre las cavidades se abren o se cierran para dejar entrar o salir la sangre. Estas puertas se llaman válvulas cardiacas. Cada puerta recibe un nombre (válvula mitral, tricúspide, aórtica y pulmonar).
LOS VASOS SANGUÍNEOS QUE LLEGAN Y SALEN DEL CORAZÓN
Los vasos sanguíneos que entran con sangre en el corazón se llaman venas. La vena cava superior y la vena cava inferior llegan a la aurícula derecha; las venas pulmonares, a la aurícula izquierda.
Los vasos sanguíneos que salen del corazón se llaman arterias. La arteria pulmonar sale del ventrículo derecho; la arteria aorta, del ventrículo izquierdo.
¿QUÉ CAMINO RECORRE LA SANGRE DENTRO DEL CORAZÓN?
Imagina una casa con una habitación arriba y otra abajo. A esta casa se entra por la habitación superior, y, para bajar, se abre una puerta que está en el suelo. De la habitación de abajo se sale por otra puerta. Esta casa se parece mucho a la parte derecha o a la parte izquierda de tu corazón.
La sangre entra en la aurícula derecha del corazón. Pasa de la aurícula derecha al ventrículo derecho.
Después de haber repartido el oxígeno y el alimento, y de recoger todas las sustancias que nuestro cuerpo no necesita, la sangre pobre en oxígeno (sangre venosa) se dirige al corazón. Llega a la aurícula derecha por dos venas, la vena cava superior y la vena cava inferior.
La sangre llena la aurícula derecha, y se abre una puerta en el suelo, la válvula tricúspide. La sangre entra en el ventrículo derecho, que empieza a llenarse. Para terminar de llenar el ventrículo derecho, la aurícula derecha se contrae y empuja la sangre que queda en su interior para que pase al ventrículo derecho.
La sangre entra en la aurícula izquierda del corazón. Pasa de la aurícula izquierda al ventrículo izquierdo.
Al mismo tiempo, en la parte izquierda del corazón ocurre algo parecido. La sangre llega por las cuatro venas pulmonares a la aurícula izquierda. La sangre llena la aurícula izquierda y se abre otra puerta, la válvula mitral. A través de esta válvula, la sangre pasa hacia el ventrículo izquierdo. Para terminar de llenar el ventrículo izquierdo, la aurícula izquierda se contrae y empuja la sangre hacia su interior.
La sangre tiene que salir de los ventrículos.
Cuando los ventrículos están llenos, las puertas entre las aurículas y los ventrículos se cierran otra vez. Ahora, la sangre que ha llenado los ventrículos tiene que salir de ellos. El ventrículo derecho y el izquierdo se contraen, abren otras puertas (la válvula pulmonar y la válvula aórtica), y la sangre sale del corazón. La sangre del ventrículo derecho sale por la arteria pulmonar y se dirige hacia los pulmones. La sangre del ventrículo izquierdo sale por la arteria aorta y se dirige a todo el cuerpo.
¿QUIÉN CONTROLA TU CORAZÓN?
Tu corazón trabaja de forma automática. Tú no controlas de forma consciente los latidos del corazón. Durante el día trabaja y también lo hace por la noche, cuando duermes. El ritmo de tu corazón está controlado por el tronco cerebral, una parte de tu encéfalo.
ENFERMEDADES DEL CORAZÓN
Ahora tu corazón late unas 100 veces cada minuto, pero, cuando crezcas, lo hará un poquito más despacio, entre 60 y 80 veces por minuto. Cada hora latirá unas 4.200 veces; cada día, unas 100.800 veces; cada año, unas 37 millones de veces. ¡Imagina el número de veces que lo hará a lo largo de toda tu vida! Es muy importante que cuides tu corazón, ¡su trabajo es agotador!
Algunos niños nacen con un defecto en el corazón que puede curarse con cirugía. Sin embargo, la gran mayoría de las enfermedades del corazón afectan a las personas mayores. Con el tiempo, igual que sucede con el resto de nuestro cuerpo, el corazón también envejece.
Por esta razón, puede suceder que las paredes del corazón pierdan fuerza para contraerse y bombear la sangre (insuficiencia cardiaca); puede que alguna zona no reciba el oxígeno suficiente y deje de funcionar (infarto de miocardio); puede que las válvulas cardiacas ya no abran ni cierren bien (ensanchamiento o estrechez de las válvulas del corazón); o puede que el ritmo con el que el corazón se contrae se altere (arritmias).
Para cuidar el corazón, es muy importante llevar una vida sana, hacer deporte con moderación y alimentarte de forma equilibrada. También debes saber que el tabaco y el alcohol pueden hacer mucho daño a tu corazón, a tus pulmones y a tus arterias. ¡Una vida sana es imprescindible para que tu corazón se mantenga fuerte durante muchos años!