El Sol
El Sol es la estrella que domina nuestro Sistema Solar; se encuentra a una distancia media de 150 millones de kilómetros de la Tierra. Recibimos una mínima parte de la energía que desprende, pero la vida sobre la Tierra es posible gracias a su luz (las plantas no pueden vivir sin ella) y al calor que nos transmite.TAMAÑO DEL SOL
El Sol es una esfera que mide casi 1,4 millones de kilómetros de diámetro, que es 109 veces mayor que el diámetro de la Tierra. Su volumen es mayor que el de todos los planetas del Sistema Solar juntos y un millón de veces mayor que el de la Tierra. Sin embargo, no es tan grande si lo comparamos con otras estrellas del Universo.
ESTRUCTURA DEL SOL
Si lo recorremos de dentro afuera, podemos reconocer las siguientes capas en su interior:
El núcleo, que está a una temperatura de más de 15 millones de grados centígrados y tiene un diámetro que es unas 27 veces mayor que el de la Tierra.
El interior, que se divide en: la zona de radiación, por donde circula el calor producido en el núcleo en forma de ondas, y la zona de convección en donde la energía es transportada por la mezcla turbulenta de gases.
La superficie, llamada fotosfera, de unos 500 kilómetros de espesor, formada por gases que se encuentran a unos 5.500 ºC y que se agitan violentamente, dándole un aspecto burbujeante que se llama granulación solar.
La corona es un tenue anillo blanquecino que no se puede ver salvo en un eclipse total, cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol. Ocupa un espacio enorme, varias veces mayor que el radio del Sol y es mucho más cálida que la fotosfera, pues alcanza los 2 millones de grados centígrados.
¿DE QUÉ ESTÁ COMPUESTO EL SOL?
El Sol es una inmensa bola de gases incandescentes, sobre todo helio e hidrógeno. En su interior la temperatura y la presión son tan grandes, que los núcleos de las partículas (llamadas átomos) que componen el hidrógeno se ven forzados a unirse entre sí, en un proceso que se llama fusión nuclear, produciéndose núcleos de partículas (átomos) de helio, que es más pesado que el hidrógeno. En esta fusión, se libera una enorme cantidad de energía, en forma de luz y calor.
Se estima que, en cada segundo, el Sol procesa unos 600 millones de toneladas de hidrógeno, produciendo unos 4 millones de toneladas de helio.
LAS MANCHAS SOLARES
En las puestas de Sol, a veces se observan manchas en su superficie. Son zonas que están un poco más frías y son menos brillantes que el resto de la fotosfera.
Las manchas solares aparecen, desaparecen y cambian de tamaño. A veces forman grupos que alcanzan un tamaño mayor que el de la Tierra, y que llegan a durar hasta dos meses.
Las protuberancias solares son anillos de gases incandescentes que escapan de la superficie del Sol a una velocidad enorme.
EL VIENTO SOLAR Y LAS AURORAS BOREALES
Además, en la superficie solar se desencadenan con frecuencia tormentas magnéticas y explosiones, que producen erupciones de gases y lanzan ráfagas de partículas al espacio.
Estas partículas que viajan por el espacio originan el viento solar (que se llama así por comparación con el viento terrestre, que también son partículas en movimiento, las del aire).
Cuando alcanzan nuestra atmósfera, a veces se forman en el cielo sobre los polos de la Tierra unas maravillosas franjas de colores, que conocemos como auroras boreales en el hemisferio norte y auroras australes en el hemisferio sur.